Basura marina

El origen de la basura que flota en el mar puede ser terrestre o marino, terrestre producto de las actividades humanas en la costa o incluso llevada por los ríos desde sitios alejados de la costa. El 80% de la basura que flota en el mar proviene del continente (Jambeck et al., 2015) Cualquiera que sea su origen constituye una amenaza para los ecosistemas marinos. 

La basura marina, como es llamada, se puede encontrar flotando en la superficie del océano, a algunos metros por debajo de la superficie, en la columna de agua o en el fondo marino. Incluso mucha de esta basura marina se encuentra lejos de las fuentes antropogénicas de contaminación. 

A partir de 2020, en GRIMMA comenzamos con la investigación marina a bordo de embarcaciones. A lo largo de los recorridos marinos en la Bahía de Banderas, mientras buscábamos mamíferos marinos, fue visible cerca o lejos de la embarcación, bolsas de plástico, botellas pet, desechables, unicel, empaques entre otros y decidimos levantarla con las manos.

Para la temporada de ballenas 2021-2022, lanzamos la campaña “las ballenas al mar, la basura al costal” en la plataforma de Crowdfunding Donadora con el objetivo de recabar fondos y crear conciencia sobre el problema de la basura en la bahía. Con los fondos recabados compramos redes para “pescar” la basura, bolsas para la basura y otros insumos que permiten recoger la basura fácilmente.

En los 24 muestreos marinos que tuvimos entre noviembre y abril encontramos 360 grupos de mamíferos marinos y 340 veces nos detuvimos a colectar basura marina flotante. Toda la basura colectada fue geo-posicionada, clasificada y se identificó su fuente de producción. La mayor cantidad de basura fue localizada en la zona centro de la Bahía de Banderas. Durante los meses de noviembre y enero se encontró más basura que en el resto de los meses. 

De las 340 veces que paramos a recolectar basura, 309 fue para recolectar diferentes tipos de plásticos. Dentro de los tipos de plásticos encontrados los más frecuentes fueron el polipropileno (PP), poliestireno (PS o unicel) y el tereftalato de polietileno (PET). El problema de la basura marina plástica es que por la acción del sol y de reacciones químicas en el océano se va fragmentando hasta convertirse en microplásticos; estos microplásticos son ingeridos por la fauna marina, entrando así a la cadena alimenticia en el mar en un proceso llamado bioacumulación, esto lleva incluso hasta los humanos cuando ingieren productos marinos.

Otro tipo de basura marina fueron residuos peligrosos como contenedores plásticos de aceite para motor y cubetas llenas de aceite quemado para motor. Estos residuos debieran tener un manejo especial en el lugar en el que fueron utilizados, al no ser así terminaron flotando en el mar y contaminando el agua, los sedimentos marinos y la flora y fauna de la bahía. 

También se encontraron artículos de uso personal (zapatos sombreros viseras, lentes), balones, llantas, envases Tetrapak, cubrebocas, menús completos de hoteles y restaurantes de la bahía, etc.

Durante los cursos de capacitación, se entregaron redes para “pescar” basura a los tour-operadores de observación de ballenas, esto fue gracias al apoyo de un grupo organizado de personas locales de distintas comunidades de la Bahía de Banderas que consiguieron fondos para la compra de las redes.

Con estas acciones se eliminaron fuentes de contaminación en el mar y se continuará generando conciencia sobre la problemática de la basura marina en los ecosistemas.

Además de las labores de limpieza, el programa realiza campañas educativas para informar sobre el impacto de la basura en los ecosistemas marinos y fomentar prácticas sostenibles para reducir la generación de residuos. A través de talleres, charlas y actividades comunitarias “Las ballenas al mar, la basura al costal»; busca generar un cambio de comportamiento en la sociedad para preservar la biodiversidad marina y garantizar un entorno saludable para las futuras generaciones.​

El primer piloto de recolección de residuos flotantes surgió con el apoyo de un Crowdfunding para dotarnos de instrumentos como redes, recolectores de residuos y de a partir de ese proyecto piloto, se comenzó la colaboración con otras organizaciones ambientales, instituciones educativas y autoridades locales. Creemos firmemente que esta colaboración es fundamental para el éxito del programa, permitiendo ampliar su alcance e impacto en la conservación de los mamíferos marinos y sus hábitats.

Muchas gracias a las personas que donaron a esta campaña, La Fundación Punta de Mita, Fundación Alas de ÁguilaThe Roufford Fundation y al grupo organizado de locales de la Bahía que consiguieron fondos para expandir los esfuerzos.